martes, 2 de julio de 2013

La promesa de los 18 y el comienzo de la nueva década

Nos hacemos mayores.
Llegan los 19 y estás en ese punto de inflexión entre abandonar los ansiados 18 y cumplir los 20, el paso a la nueva década.
Con los 18 te hacen muchas promesas. Todos los adolescentes quieren llegar a esa cifra para poder hacer "lo que quieran". Las felicitaciones están cargadas de un "que guay ya eres mayor de edad, ya me puedes apadrinar en la discoteca", "ya puedes entrar en cualquier garito nocturno", "apúntate a la autoescuela", "vas a ir a la universidad" o simplemente un "ten cuidado con  lo que haces, ya puedes ir a la cárcel".
Ser mayor de edad implica responsabilidades y nadie madura hasta que no las tenga. Algunos tardarán más y otros menos. 
Cuando los tienes ves que son totalmente iguales que los 17. Tu vida cambia porque tiene que hacerlo: te vas a la universidad, vives fuera de casa, ya no está mamá para que te vaya a hacer los recados. Aprendes a  ahorrar, a organizarte, a aprovechar el tiempo y a hacerte mucho más responsable si cabe.
Aprendes por ley de vida no porque te lo imprima una cierta edad.
Llegan los 19, ese puente entre el número uno y el dos. Los 20 se acercan con lo lejanos que parecían...
La gente dice "disfrútalos que no vuelven", a partir de cumplir los 20 los veteranos dicen que "vuelan" y que cuando te das cuenta en tu tarta ya luce un numero 3 que encabeza la cifra.
Cada uno habla de su experiencia pero todos coinciden en algo "los 18 no son para tanto".
Los años pasan rápido pero lo importante es cumplirlos.

Tempus Fugit








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