sábado, 22 de junio de 2013

Un niño en un cuerpo de hombre

21 de junio. Ourense. Empieza el verano. Día de la música. Melendi.
El poeta de la calle regresa a tierras gallegas, esta vez al sur. Ourense llevaba muchos meses esperando su visita y el asturiano no defraudó a nadie. Ningún nativo de Auria quedó indiferente ante el paso de Ramón Melendi. 
Grandes atascos, padres que llevaban y traían a sus hijos e hijas, autobuses que iban llenos hacia la periferia de la capital, gran seguridad en las inmediaciones de Expourense, miles de personas con la ilusión de ver a su ídolo.
La luna casi llena, tan presente en muchas de las letras del autor, vigilaba a los ourensanos desde lo más alto.
Tras dos horas y media de espera, algún empujón y mucho mucho calor, el guerrero por excelencia salió al escenario. Sus seguidores gritaban, estaba allí, la espera había merecido demasiado la pena.
La estructura del concierto fue muy similar al que había dado el 13 de abril en A Coruña. Cantó grandes éxitos como Bar Caribe, Barbie de extrarradio o Como una vela. También temas importantes de su último disco Lágrimas desordenadas, al que hace referencia la gira, como son La tortura de Lyss (momento en el que la vena paternal se despertó), Tu jardín con enanitos o Autofotos ( En el que destacó lo incompresibles que pueden llegar a ser las mujeres para un hombre).
Todo marchaba bien.
El espectáculo duró dos horas, a las 2.00 am se ponía punto y final a la batalla con la canción que cierra esta gira, Billy el pistolero. El grito de guerra utilizado en esta ocasión fue un "Eeeeh" que iba en crescendo a diferencia del "Sí se puede" en la ciudad herculina.
Los guerreros se fueron a casa con ganas de volver a encontrarse en otro momento con Ramón.
"Un niño en un cuerpo de hombre, mi primer amor y mi peor enemigo" así es como se define a través de sus canciones.
 "Quiero que seas mi tango de Gardel, mis octavillas, mi media luna de miel, mi blues, mi octava maravilla".
"Ya no quedan canciones como las de Extremoduro" Así el cantante sentenciaba una vez más su amor hacia este grupo español.
   




Y así por la vereda de atrás nos fuimos con ganas de más. Pero mientras:
                                                                            
                                      "Que el cielo espere sentado"


                                                                                                 

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Yo también he ido a verle, además de que queda a cinco minutos de mi casa.

    Me pareció un concierto que sinceramente le falto algo más. Creo que el ejemplo de las primeras filas es a lo que me refiero.
    Todos el mundo nos tuvimos que haber contagiado más de la música y su ritmo,saltar hasta no poder más.

    En cuanto a las letras son de lo más interesante cuando las lees tranquilamente y piensas en cada historia que va contando. Son historias personales contadas al público y seguro que de muchas más personas que las fueron a escuchar.

    Gusta ver personas como él, que ante todo nunca olvida lo que fue

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    Respuestas
    1. Yo con esta era la tercera vez que lo veía y a mi me hizo disfrutar y sentir la musica en todas las ocasiones creo que ya solo que su presencia te hace sentir el concierto. Y en cuento a la letras es él plasmado en ellas, su vida y su historia no hay mas ;)

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